sábado, septiembre 17

Ying Yang, ensayo
La filosofía china se sustenta en los cambios y las mutaciones de la naturaleza para explicar la totalidad de la creación a partir de un modelo matemático simbolizado por exagramas con valores numéricos que a su vez representan elementos y materiales de la creación, como tierra, metal, fuego, agua.

En el principio fue la nada, la energía en estado latente o en implosión, moviéndose hacia su centro, concentrando materiales. El universo ya era aún cuando estaba gestándose, pues cada parte de él iba alimentando el centro, creando mayor fricción, hasta que, en un momento dado, la fuerza se había concentrado tanto que iniciaba ahora un movimiento expansivo, un despliegue energético y creativo.

En esta expansión cósmica se encuentra el origen de las cosas materiales, en las grandes manifestaciones de energía luminosa del espacio profundo. Las constelaciones y regiones celestes son producto de aquella fuerza expansiva, primigenia, que ya tenía desde su estado latente, la información de todos los elementos que esta creación poseía. Este universo, el cosmos y nosotros con él, es lo que se dice el Dào secundario, que proviene del Dào primordial que es la energía pura, el potencial energético de toda creación.

El Dào verdadero es el círculo, representando el Vacío, que se conoce como Wu y se le llama también “Cielo Anterior”. Cuando este Dào verdadero se “manifiesta” creando la materia que conocemos, se transforma en el Dào del cielo posterior. Así, en el universo de lo inmaterial, de lo no creado, radica el Dào Verdadero en su forma esencial, en el Cielo Anterior, donde las formas de la materia todavía son posibilidades, tendencias, prefiguraciones del fuego y la memoria de lo eterno.

Ese Dào primordial está también en este plano, en este cosmos que él mismo ha producido, que él mismo sostiene con toda la fuerza de cada parte funcionando sincronizada y pareja. Pero el Dào primordial no es una individualidad sino todas ellas, por eso se manifiesta a través de su creación, en la luz y el fuego celeste, en los objetos interestelares, en toda la extensión del cosmos conocido y del oculto a los ojos del ser humano; en cada sistema, sol y estrella.

Y esta creación tiene un orden primordial también, un movimiento que se repite: galaxias girando unas alrededor de otras, sistemas solares que se mueven y danzan entre sí, objetos en movimiento que llevan y traen información, adn. Este movimiento manifiesta ya el Yin Yang, porque sus ciclos son también de luz y posición, sobre el espacio tiempo. La materia, al nacer de la nada, de la concentración del contenido numérico de cada elemento que la conforma, se le opone inmediatamente. Así que es materia vs. Nada. yin y yang, materia y energía.

El proceso de la formación de la tierra tiene diversas etapas que se pueden representar con los elementos, porque el ciclo natural de los cambios estacionales en el planeta comienza con el fuego que moldea los materiales que formarán el aspecto físico de la tierra.

Del fuego surge la tierra, como vemos que sucede con el nacimiento de islas volcánicas. Será después de creada por el fuego, que sus materiales en proceso de enfriamiento, generarán vapor que se irá concentrando en la atmósfera hasta generar agua que refrescará la corteza, esa sería el agua primordial en la que nacieron todas las formas que habitan los oceános y la tierra firme. El agua moverá nutrientes y participará en la formación de materiales vivos, vegetales que se expanderán para alimentar después el fuego que dará inicio a otro ciclo de mutaciones, como nos lo enseñan los cambios en la naturaleza.

Este movimiento cíclico es parte del Dào secundario, dentro de lo que sería el cielo posterior, lo creado. y por eso se simboliza con el Tai chi. Toda la parte blanca representa el Yang, la parte oscura representa el Yin. Y en cada parte hay un pequeño círculo con el color del lado opuesto. Es la representación de todos los movimientos del cielo y de la tierra. El filósofo chino Lao Tsé, resume de manera profunda y hermosa el sentido del yin y el yang cuando asegura que “árboles y animales, humanos e insectos, flores y pájaros: estas son imágenes activas de las energías sutiles que fluyen desde las estrellas a través del universo. Encontrándose y combinándose entre sí y con los elementos de la tierra, hacen surgir todas las cosas vivas”.

El equilibrio es la base de la figura del yin yang, y es la naturaleza la principal fuente de aprendizaje para el ser humano. Los ciclos naturales de nuestro planeta están regidos por el movimiento de los cuerpos celestes que afectan los procesos biológicos y químicos en la tierra, comenzando con el sol y la luna; seguido de los planetas, sobre todo Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, que rigen aspectos relacionados con el movimiento y manifestaciones de la energía sutil en todas las cosas vivas así como a órganos y vísceras.

Cuando la interactuación de fuerzas y energías celestes y terrestres en el cuerpo pierden su conexión funcional; con el entorno y con el universo, el equilibrio se rompe, entonces comienzan las patologías y las enfermedades.

Toda enfermedad o padecimiento es en realidad la manifestación de un desequilibrio de frío o de calor, humedad o viento, o cualquiera de ellas que se convierte en fuego.

La base del desequilibrio puede ser tan sencilla como un enfriamiento que se transformó en calor interno, cuando el frío penetra la capa de protección externa y se instala en la fascia y los músculos, provocando el cuerpo cortado, cansancio, calambres y cuando hay humedad, pesadez y embotamiento. El clima, que ahora es perverso, penetra a los órganos y lesiona al riñón porque el frío lo paraliza, y al pulmón, pues lo congestiona ocasionando que su función de hacer descender los líquidos no se realice adecuadamente y se convierta en flema, que obstruye vías respiratorias y produce asma, asfixia, tos.

Al convertirse en calor interno, el frío promueve también el desarrollo de virus. De hecho, en tiempos de frío las enfermedades virales predominan, el virus es característico del frío, mientras que las bacterias se desarrollan en ambientes de calor, por eso también en el verano las enfermedades
que predominan son las infecciones estomacales e intestinales, es decir, enfermedades por infección bacterial.

Si el enfriamiento se trata inmediatamente poniéndose la persona a resguardo, se seca y cambia de ropa, se le hace tomar algo caliente y no se le expone a corrientes de aire, el frío no pasa de la capa superficial, se queda en la piel, el cuerpo lo puede detener con la pura energía de protección externa porque recibe un apoyo con el cuidado básico de quien se expuso al exceso climático.

Esto explica la importancia de comprender el sentido más profundo de la teoría del Yin Yang, que es una parte de la historia de la creación relacionada con los ciclos que produce la danza entre la luz y la sombra, el calor y el frío, la humedad y la sequedad; manifestado en las estaciones así como en el cuerpo humano y su proceso metabólico, será también un sistema de interpretación de signos.

El caracter 阴 contiene la párticula luna, así como el caracter 阳 contiene la partícula sol. Esto nos manifiesta que en el símbolo se contienen ambas partes, equivalentes y proporcionales, en perfecto equilibrio. Así la referencia al yin yang como luna y sol está en el propio caracter. De ahí que cuando hablamos de yang nos referimos a todo lo relacionado con el sol, con la luz, con el movimiento, con lo expansivo.

Y cuando hablamos de Yin, hablamos de la luna y todo lo que nos remite a su condición: controla la gestación y nacimientos, los ciclos del agua, es lo pasivo, lo receptivo, lo que se contrae (relacionarlo con el sistema nervioso, adrenalina-acetilcolina, parasimpático-vago). Es luz y es oscuridad, creadora y por eso llamada madre. De estos principios surgen las distinciones de día y noche; frío y calor; humedad y sequedad; duro y blando, etc. Cualidades todas que nos remiten al sol y a la luna, al Yin y el yang de nuestro cielo posterior.

Yin y Yang se manifiestan en nuestro cuerpo y en nuestro metabolismo. Hay órganos yin, cuya cualidad es almacenar y distribuir y vísceras yang cuya cualidad es recibir y transformar, desechar, son huecas. Además están asociadas un órgano Yin y una víscera yang: corazón es yin, intestino
delgado es yang; pulmón es yin, intestino grueso es yang; bazo es yin, estómago es yang; hígado es yin, v,b es yang; pericardio es yin, sanjiao (triple calentador) es yang. Yin Yang.

El calor es yang, el frío es yin, el exterior del cuerpo es yang, el interior del cuerpo es yin. Así cada parte del cuerpo se divide en yin y en yang, en perfecto equilibrio. Lao Tse, también escribió que “todo es un Tai Ji: tu cuerpo, el cuerpo cósmico, la forma, la apariencia, la sabiduría, la energía, las uniones de las personas, la dispersión del tiempo y de los lugares. Todo ello nace mediante la integración del Yin y del Yang”.

Los desequilibrios del yin yang son por exceso o por deficiencia. Cuando es por exceso, hay una condición de calor y casi siempre la encontraremos en la superficie del cuerpo o en las primeras capas superficiales, pero cuando el problema está en el interior, hay deficiencia y por lo regular será por frío interno en órganos y posibles fallas funcionales. Cuando proviene del exterior, la enfermedad tiene origen climático externo: calor, frío, humedad, sequedad, viento, fuego.

El yin se transforma en yang y el yang en yin. Este principio se muestra en las enfermedades que vienen de ataques climáticos externos, como un enfriamiento, o resfriado. Esto significa también que el frío que cubre la superficie se transforma en calor cuando penetra al interior del cuerpo y el calor se torna de nuevo en frío, pudiendo llegar, ambos, a convertirse en fuego que es una condición extrema. Una bronquitis por enfriamiento viene de exponerse a un frío perverso y dejar que se instale en la superficie del cuerpo y luego avance, hasta afectar vías respiratorias y pulmón. Es un frío que se transforma en calor, una vez que se instala en el interior y congestiona el órgano.

En este modelo para explicar la etiología de la enfermedad, el principio sanador será usar el contrario: si hay frío calentar, si hay calor enfriar. Pero para ello hay que determinar con claridad cuál es la condición del ying y del yang en el cuerpo: si el yang se ha excedido, lesionando los líquidos corporales, o si el yin ha disminuido, creando un aparente desequilibrio de calor, pero sin sudor, sin coloración en el rostro, etc. eso significa que no es lo mismo que el yang se eleve (exceso) y de ahí el exceso, a que el yin decaiga (deficiencia) y por eso se perciban signos del calor asociados con frío.
El YIN YANG: historia y significado.


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Tao o Dao es un término chino que significa “camino”.

El Tao es una fuerza primitiva que es producida por todas las fuerzas naturales del cielo y de todo el universo. Por eso ayer hice esa pequeña introducción con el post de Los Cuatro Elementos. Tao es una forma de vida, no es un Dios o una religión. Los principios del Tao fueron enunciados por primera vez por medio de símbolos y de palabras por los antiguos filósofos de la China, hace más o menos 5000 años. Es una forma de equilibrar la vida.


Uno de los primeros filósofos del Tao fue Lao Tzu. Era un funcionario del Tesoro Real o Biblioteca de la dinastía Zhou y esto le facilitó el convertirse en un erudito de renombre. Se cuenta que el joven Confucio lo visitó para pedirle información sobre los rituales de la dinastía Zhou. Disgustado por la decadencia en la que vivía la familia real de Zhou, Lao Tzu abandonó la capital Luoyang y al llegar al paso de Han Guguan escribió los dos tomos del Tao-te ching.
El Yin y el Yang es un ejemplo de esta filosofía.
El YinYang es un símbolo dinámico. Muestra la continua interacción de dos energías y su equilibrio: como tal, es un símbolo de armonía. Es un símbolo que crea igualdad pues sin el Yin no podría existir el Yang y al revés, igual, y sin la interacción de ambos, no se genera vida. No existe nada opuesto entre el Yin y el Yang. Son complementarios.
Lao-tzu en “Tao-te ching” escribió: “Todo tiene dentro de sí ambos, yin y yang y de su ascenso y descenso alternados nace la nueva vida”.

Cuando una de las dos energías llega a su máxima expresión, inicia la transformación en su opuesto: esto es lo que representan los dos puntos en el símbolo. En su máxima expresión, el yang contiene la semilla del yin, tanto como el yin contiene la semilla del yang.





Yin, originariamente, era el nombre del lado frío de la montaña, aquel que mira al Norte; al contrario, Yang era el nombre de aquel más calido, dirigido al Sur.




Yin es el lado oscuro, la noche y lo femenino; Yang el lado masculino, la luz y lo masculino.



Yin es la Luna, el Agua y la Tierra; Yang es el Sol, el Fuego y el Paraíso.

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