miércoles, octubre 5

Cuerpos sutiles

DESCRIPCION DE CUERPOS SUTILES

Muchos investigadores y científicos como Gerber, Tiller y Barbara Ann Brennan (http://www.barbarabrennan.com) - científica y clarividente, autora de "Manos que curan"(1987) y "Hágase la Luz"(1993) - aunque con algunos matices y nombres distintos, han concordado en la existencia de varios de los siguientes cuerpos sutiles en la estructura multidimensional del ser humano:

A.- Cuerpo etérico

B.- Cuerpo emocional

C.-Cuerpo mental

D.- Cuerpo astral

E.- Cuerpo del patrón etéreo

F.- Cuerpo celestial

G.-Patrón cetérico

También hay concordancias en distintos investigadores, para aceptar junto a los cuerpos sutiles, de la existencia de determinadas estructuras sutiles de energía rotatoria y de forma cónica, denominados "chakras" por la sabiduría del antiguo oriente. Las funciones y propiedades de estos chakras las describiremos después de los cuerpos sutiles.

La existencia de estos cuerpos sutiles o campos bioenergéticos, permite que los clarividentes puedan percibir lo que se denomina comunmente como "aura" en los seres humanos.
La condición de clarividencia o visión de otras dimensiones se facilita en personas con su chakra frontal más desarrollado.

Podemos considerar que la materia de la que esta hecha el cuerpo físico, está estructurado por "luz congelada" o densificada. A partir del cuerpo físico, los distintos cuerpos sutiles estructurados por vibraciones u ondas más veloces que la luz, se van diferenciando cada uno del siguiente por la mayor rapidez y frecuencia de estas ondas que determinan una especie de materia cada vez más fina o sutil, imperceptible para el ojo físico normal, pero si visibles para el clarividente.
El orden ascendente es el sugerido por el diagrama. Los cinco cuerpos de abajo son los que determinan psicológicamente nuestra "personalidad inferior", cuyas connotaciones visibles son estudiadas por la psicología oficial.

Los 3 cuerpos de arriba determinan una "personalidad superior", yo trascendente o yo transpersonal, de lo cual se ocupa exclusivamente la incipiente Psicología Transpersonal.
Para esta vertiente psicológica los denominados trances místicos y otros estados alterados de conciencia, son el resultado de la conexión del sujeto con su yo transpersonal y no de estados enfermizos esquizofrénicos como lo suponía Freud, y a partir de él muchas otras corrientes psicológicas.

Podemos considerar que esta personalidad superior estructura un área trascendental o espiritual del ser humano que es real y concreta, y es independiente de si el individuo profesa una u otra religión, o si es creyente o ateo. Correpondería a lo que de siempre la humanidad ha intuído como alma o espíritu en el ser humano.
La existencia de este yo transpersonal es de extrema importancia, pues según muchos investigadores, entre ellos el Dr. Edward Bach (redescubridor del poder sanador de las esencias florales), la mayoría de las enfermedades conocidas tienen su origen profundo precisamente en el desencuentro entre los anhelos de continuo crecimiento espiritual de este yo superior, y las decisiones egóticas y errantes del yo inferior. Estos desencuentros se caracterizarían por bloqueos e interferencias del flujo energético adecuado entre ambas personalidades, lo que finalmente redunda en la materialización de enfermedades. (Ir a página sobre las CAUSAS PROFUNDAS DE LAS ENFERMEDADES cliqueando aquí)

Los breves lapsos de conexión que pueden tener los individuos con su yo transpersonal durante un trance místico,( y a pesar de la dificultad para definir estas realidades con un vocabulario intelectual limitado), podrían especificarse como sigue:

- Sentimientos extremos de paz y felicidad inefables.
- Expansión de la conciencia sin límites y lucidez extraordinaria, que permiten encontrar rápidas respuestas a las más viejas preguntas filosóficas, acerca del verdadero sentido de la vida.
- Sentimiento de interdependencia, ligazón y amor profundo e incondicional por todo lo creado: seres humanos, naturaleza, flora, fauna, e incluso objetos inanimados, etc.

Esta personalidad superior permanentemente intenta guiar y orientar a la personalidad inferior comunicándose a través de un lenguaje eminentemente simbólico durante el sueño y también por medio de las enfermedades. De esta forma el tipo, la duración y la gravedad de la dolencia, su ubicación en el cuerpo, etc., contienen mensajes importantísimos de descifrar para llegar a una sanación profunda y completa.

Hay diversas técnicas que propician el contacto con el yo transpersonal, como la meditación, contemplación, concentración, oración, diferentes tipos de respiración, mantranización, Reiki, Yoga, Tai Chi, etc.
Todas estas disciplinas tienden al desarrollo del lóbulo derecho del cerebro que es más afin con el lenguaje simbólico, sentimental, artístico, poético, metafórico, propio del yo superior. Recientemente se ha hablado mucho respecto a la denominada "inteligencia emocional" que representa grandes ventajas al momento de conectarse a través de la intuición (que no pasa por procesos analíticos) con fuentes de sabiduría exacta y excenta de errores, como son las que posee nuestro yo trascendental.
En cambio el lóbulo izquierdo del cerebro es el que esta relacionado con las capacidades intelectuales, analíticas, racionales, que independientes de la genialidad del individuo, llegan a un punto de ser insuficientes y limitadas para comprender y relacionarse con este yo esencial.

El cuerpo etérico

En el cuerpo etérico es una matriz o una plantilla energética donde se superpone la estructura de nuestro cuerpo físico. Este molde energético también es el vehículo de la información que determina el desarrollo, por ejemplo, del feto durante la gestación en el útero, así como también el de los datos estructurales que dirigen la reproducción y reparación de los tejidos después de una lesión o enfermedad.
Esta información inteligente contenida en la matriz etérica es la que da origen a la organización genética de las células. Hay experimentos que demuestran que previo a la formación de una hoja de una planta, en la contraparte etérica ya se ha desarrollado la estructura completa de ella.
Por el mismo mecanismo, muchas enfermedades tienen sus comienzos en bloqueos energéticos del cuerpo etérico y más tarde se manifiestan como patología orgánica del cuerpo físico.

Así como en el cuerpo físico existe una circulación de sangre a través de arterias, capilares y venas, también en el cuerpo etérico existe una circulación de un flujo energético de "materia sutil" a través de canales, como los 24 pares de meridianos de acupuntura y los 72.000 nadis referidos en la medicina ayurvédica.

Es en este nivel etérico donde la persona experimenta todas sus sensaciones físicas, dolorosas y agradables. Allí donde haya un dolor corporal, hay un correlato directo de disfunción en este primer nivel del campo aural. De aquí podemos deducir el por qué la acupuntura es tan efectiva para reducir muchos tipos de dolor.

La científica Barbara Ann Brennan, quien además posee el don de la clarividencia (visión en otras dimensiones), nos relata percibir este cuerpo extendiéndose desde 1,25 cm hasta 5 cm, más allá del cuerpo físico, dependiendo de la persona y su estado energético. Ella lo visualiza de un color azul claro en personas tranquilas y sensibles, y de un azul grisáceo más oscuro en las personas fuertes y robustas. Cuanto más se conecte usted con su cuerpo, tenga cuidado de él y lo ejercite, más fortalecerá y desarrollará el primer nivel del campo.




El poeta mexicano Alberto Blanco escribe:
Fernando Pessoa, uno de esos poetas que nunca dejó de preguntarse por la naturaleza del ser humano, dice al respecto: “Muchos han definido al hombre, y en general lo han definido en contraste con los animales. ‘El hombre es un animal racional’ es la definición clásica de los griegos. ‘El hombre es un animal enfermo’, dijo Rousseau. ‘El hombre es un animal que usa herramientas’, dijo Carlyle. Pero estas definiciones y otras como ellas, son siempre imperfectas y laterales, porque no es fácil distinguir al hombre de los animales. Las vidas humanas transcurren en la misma íntima inconsciencia que las vidas de las bestias.” Frente a estas definiciones que nos relacionan con los demás animales, son relativamente pocas las que nos asocian con seres inanimados: como metales y piedras, herramientas y objetos; y, curiosamente, menos aún las que nos relacionan con plantas. Tal parece que el mundo vegetal nos resulta particularmente ajeno y hasta contrario a nuestra naturaleza. Pero, ¿cuál es nuestra naturaleza? Ésta es, precisamente la pregunta que todos intentamos responder...

A la luz de la Sabiduría Védica, el ser humano es un Ser Divino que se expresa en tres dimensiones o planos de realidad: el plano físico, el plano sutil y el plano trascendental o espiritual, el cual es la verdadera dimensión. En el plano físico se expresa a través de un cuerpo físico, en el plano sutil a través de un cuerpo sutil (conformado por el cuerpo pránico, el cuerpo mental o la mente y el cuerpo intelectual o la inteligencia), y en el plano trascendental se expresa a través de su verdadero Yo que es el alma espiritual.

El cuerpo físico y el cuerpo sutil están constituidos por elementos materiales de distintos grados de densidad,que se generan y envuelven al alma a medida que ésta va descendiendo hacia una materia cada vez más densa, que le va otorgando esos diferentes planos o platafor-mas para su expresión, hasta que el alma queda totalmente cubierta y anulada. Pues cuando el alma entra en contacto con la materia, de inmediato se forma el Ego falso que es una energía material que asume el Yo verdadero del alma, para que ésta pueda actuar en el plano físico y en el plano sutil.

De esta manera el alma termina identificándose con la materia y olvidándose de sí misma. Las envolturas más sutiles actúan a modo de pautas o plantillas para las más burdas, y cada nivel de organización se edifica sobre el que le precede. La conciencia del alma sigue siendo una unidad, pero como en cada plano o nivel se expresa en diferentes condiciones y grados de densidad, hay una conciencia individual limitada para cada envoltura. Esos cuerpos o koshas, al formar una unidad indivisible, se influyen mutuamente, interactuando como un todo.

A medida que el Viajero Inbound evoluciona en su práctica de Yoga Inbound, va liberándose de todas las limitaciones que sus koshas le imponen, va dejando de identificarse con ellos, para identificarse gradualmente con su Ser verdadero; estableciéndose en planos superiores de conciencia, y volviéndose cada vez más consciente de su naturaleza divina. A medida que él profundiza en este maravilloso viaje, despliega nuevas facultades, progresando del nivel humano actual al nivel trascendental, donde realiza su eterna relación amorosa con Dios.


1. EL CUERPO DENSO O FÍSICO BIOLÓGICO (annamaya kosha)

Es la envoltura hecha de los cinco grandes elementos o maha-bhutas: tierra (prithvi), agua (apa), fuego (agni), aire (vayu) y éter (akash); y las tres modalidades de la naturaleza material o gunas: bondad (sattva), pasión (raja) e ignorancia (tamas). A diferencia de la Anatomía y Fisiología occidentales que estudian los sistemas: óseo, muscular, digestivo, excretor, reproductor, circulatorio, respiratorio, nervioso y endocrino (ordenados por su grado de densidad); la Anatomía y Fisiología Ayurvédicas estudian los siguientes elementos, energías y sistemas:

- Tres energías sutiles o tridosha: aire (vata), bilis (pitta) y moco (kapha).

- La constitución individual o prakriti.

- Siete elementos estructurales del cuerpo o dhatus: linfa (rasa) sangre (rakta), músculo (mansa), grasa (medha), hueso (asthi), médula y nervios (madhya), y semen y óvulo (shukra y artav).

- Quince sistemas corporales o srotas: tres sistemas de ingreso de nutrientes al cuerpo, siete sistemas que nutren los siete dhatus, tres sistemas de eliminación de los desechos y dos sistemas femeninos.

El cuerpo físico es el vehículo hecho de comida; que se nutre, desequilibra y sana por la acción de los jugos que extrae de los alimentos, y por el aire que respira (oxígeno). Es el cuerpo visible que nace, crece, se reproduce, se enferma, muere, y sus componentes regresan a la tierra y a la cadena alimenticia. Es el vehículo que aloja hasta el momento de su muerte al cuerpo sutil y al alma espiritual en su viaje hacia la Autorrealización.

Este kosha es la más tosca manifestación del hombre, pues le limita por completo la expresión de sus potencias divinas; por lo tanto, es considerado un “cuerpo inferior”. Sin embargo, esto no significa que debamos despreciarlo, descuidarlo o degradarlo; sino más bien, que debemos cuidarlo solícitamente para hacer de él un instrumento o vehículo perfecto para realizar nuestro Viaje Inbound, pues es el “templo del Alma o Espíritu Viviente”. Este cuerpo se purifica, armoniza y controla mediante las prácticas del Hatha Yoga Inbound.

2. EL CUERPO SUTIL

Es intangible, no visible para el ojo físico; sin embargo, es experimentado continuamente en sus distintas fases. El cuerpo sutil evoluciona desde el cuerpo espiritual y está inmediatamente conectado con el cuerpo físico por un delicado hilo a través del cual pasa la corriente vital. Está constituido por tres cuerpos o energías materiales de diferente grado de densidad y vibración:

a) El cuerpo pránico o físico etérico (pranamaya kosha)


Es la envoltura compuesta de prana o energía vital, que conecta la envoltura de alimento con el cuerpo mental permitiendo que ambos actúen juntos. Este cuerpo se nutre, desequilibra y sana por medio del prana que el hombre extrae de múltiples fuentes como el sol, el aire, el agua, la tierra y los alimentos en la modalidad de la bondad (sáttvicos). El proceso respiratorio es la forma más directa de absorber esta energía, especialmente a través de los pranayamas. Prana no es ninguno de los elementos químicos del aire, el aire sólo es el vehículo que lo contiene porque prana es más sutil que el aire. Al respirar conscientemente absorbemos oxígeno para el cuerpo físico y prana para el cuerpo sutil.

La estructura pránica constituye el ser vital del hombre y es una réplica energética de su cuerpo físico, al cual da vida y sostiene; por eso, cuando se extrae un órgano físico, éste sigue funcionando. Tanto annamaya como pranamaya kosha se disuelven después de la muerte, aunque pranamaya subsiste durante algunos días, para reintegrarse luego a la fuente de energía universal que ocupa el Cosmos.

Conocido también como el “doble etérico”, este cuerpo está formado por:

- La energía kundalini que es un recipiente de energía pránica ubicado en la base de la espina dorsal.
- Un sistema de 72,000 nadis o corrientes pránicas (meridianos) perfectamente organizados, por donde fluye la energía vital o prana; de los cuales, sushuma, ida y pingala, son los canales principales.
- Siete chakras o centros de energía que se encuentran ubicados en lugares estratégicos a través de la columna vertebral, desde la parte inferior del perineo hasta la parte superior de la cabeza. Los 7 principales chakras tienen correlación con el exterior a través de las 7 glándulas principales del cuerpo:muladhara-gónadas (base de la columna vertebral), svadhishtana-bazo, páncreas e hígado (bajo los genitales), manipura-suprarrenales (debajo del ombligo), anahata-timo (en el centro del pecho), vishudda-tiroides (en la parte inferior del cuello), ajna-glándula pituitaria (entre las cejas) ysahasrara-cuerpo pineal (en la coronilla o parte superior de la cabeza). Los chakras absorben, transforman, y distribuyen la energía pránica por todo el cuerpo, a través de los nadis que estimulan el sistema nervioso, el cual a su vez, estimula los distintos órganos y glándulas endocrinas, para que segreguen sus hormonas en el torrente sanguíneo y programen perfectamente cada célula del organismo para su óptimo funcionamiento. Es así como podemos experimentar hambre, sed, calor y frío, entre otros.

- Diez pranavayus o aires vitales. “Los movimientos del cuerpo se generan primero a partir del corazón; y los sentidos, accionados por las diez diferentes clases de aire que hay dentro del cuerpo hacen que ocurran todas las actividades del mismo; tal como la energía eléctrica que entra en nuestro hogar, adopta distintas cualidades como luz, calefacción, refrigerador y radio, entre otros. Las diez clases de aire se describen de la siguiente manera: el aire principal que pasa a través de la nariz durante la respiración se denominaprana; el aire que pasa a través del recto como aire corporal que se evacua se denomina apana; el aire que ajusta el alimento dentro del estómago, y que algunas veces suena en forma del eructo, recibe el nombre de samana; el aire que pasa a través de la garganta y cuya obstrucción constituye el ahogo se denomina aire udana; y el aire total que circula por todo el cuerpo se denomina aire vyana. Hay también otros aires más sutiles que estos cinco. Aquel que facilita la apertura de los ojos, la boca, etc., se denomina aire naga. El aire que aumenta el apetito se denomina aire krikara. El aire que ayuda a la contracción se denomina aire kurma. El aire que ayuda al relajamiento mediante la apertura completa de la boca (en el bostezo) se denomina airedevadatta, y el aire que ayuda a la manutención se denomina airedhanañjaya.” (El Srimad Bhagavatam 3.6.9)

Cuando se incrementa la energía de los vayus, el cuerpo pránico experimenta una expansión; cuando su potencia disminuye, se produce una contracción. Las emociones y pensamientos ejercen gran influencia en esta estructura energética. Los pensamientos negativos le restan energía y los positivos la aumentan. Esta cubierta también se purifica, armoniza y controla gracias a las prácticas del Hatha Yoga Inbound (especialmente los pranayamas).

b) El cuerpo mental (manomaya kosha)

Manomaya kosha comprende la mente, y sus partes: consciente, inconsciente y subconsciente. Está constituido por los cinco órganos de percepción o sentidos (oído, tacto, vista, gusto y olfato), y los cinco órganos de acción (boca, manos, pies, los órganos de reproducción y los de excreción). La mente es una energía mucho más sutil que la energía pránica. Sus funciones son: la comprensión, la comprensión defectuosa, la imaginación, el sueño profundo y la memoria; las que pueden ser beneficiosas y causar problema al mismo tiempo. La mente trabaja con los datos que le suministran los órganos de percepción y la información almacenada en la memoria, registrando los fenómenos externos e internos para dar forma al mundo que le rodea, a través de las diferentes emociones, palabras, sensaciones, pensamientos, imaginaciones, y demás experiencias del individuo; las que la nutren, desequilibran o sanan. Por lo tanto, es muy inquieta, pues constantemente está bombardeada por esas informaciones.

Cuando la mente no tiene contacto con la inteligencia espiritual acepta todo lo que le favorece para la gratificación de sus sentidos materiales. En cambio, cuando está controlada por dicha inteligencia, acepta todo lo que le conviene para el desarrollo de su conciencia espiritual, rechazando todo lo desfavorable que impida dicha evolución. En El Bhagavad Gita (6.5, 6), el Señor Krishna le dice a Arjuna:
“Uno debe liberarse con la ayuda de la mente, y no degradarse. La mente es la amiga del alma condicionada, así como también su enemiga. Para aquel que ha conquistado la mente, ésta es el mejor de los amigos; pero para aquel que no lo ha hecho, la mente permanecerá como su peor enemigo.”

Manomaya kosha es el intermediario entre los koshas inferiores y superiores. Se encarga de transmitir las experiencias y percepciones externas e internas a los koshas superiores y de comunicar las influencias de éstos a los koshas más burdos o inferiores. Sus órdenes ponen en marcha las energías del cuerpo energético (pranamaya kosha) que se manifiestan en las acciones del cuerpo físico (annamaya kosha). Este cuerpo se purifica, armoniza, controla y se comienza a trascender con las prácticas del Karma y Dhyana Yoga Inbound.

c) El cuerpo intelectual (vijñanamaya kosha)

Es la primera densificación del Ser. Por su proximidad al Ser o alma, posee el reflejo de su luz, del conocimiento puro. Vijñanamaya kosha es la envoltura de conocimiento y está constituido por la inteligencia (buddhi), que es una energía mucho más sutil que la mente. La inteligencia es el principio discriminador que evalúa, determina y decide antes de pasar a las cubiertas menos sutiles. Controla y guía a la mente; y está en contacto con el mundo externo a través de los principios de los cinco sentidos: sonido, textura, forma y color, sabor y olor. Vijñanamaya kosha se alimenta, desequilibra y sana por acción del conocimiento, estudio y análisis.

Mientras que en los koshas anteriores uno vive identificado con el cuerpo físico, los impulsos, emociones y pensamientos; en vijñanamaya se puede experimentar la conciencia del Yo: “aham brahmasmi”. Yo soy espíritu puro,un ser diferente e independiente de este cuerpo material. Cuando se despierta este potencial mediante la práctica de meditación, se manifiestan la intuición o conocimiento directo, la sabiduría, las percepciones extra sensoriales y las experiencias fuera del cuerpo, entre otros.

El hombre reside en el cuerpo sutil cuando entra en el subconsciente o duerme y experimenta sueños. Durante ese estado se desvanece la percepción del cuerpo físico y del mundo exterior, y la conciencia se establece en el mundo de los contenidos mentales (pensamientos, imágenes, emociones, memoria, etc.). Vijñanamaya y manomaya koshas juntas constituyen el cuerpo astral, que junto con el ego falso, llevan al alma en el momento de su transmigración a ocupar otros cuerpos de acuerdo a sus propensiones y deseos. Esta cubierta se purifica, armoniza y se comienza a trascender mediante las prácticas del Jñana y Dhyana Yoga Inbound.


3. EL ALMA (anandamaya kosha)

El alma es el Ser,
parte o porción del Señor Supremo. Es una chispa de energía espiritual pura que proviene de Él, tal como una chispa que proviene del fuego (del mundo espiritual) y parece extinguirse al caer (al mundo material). El alma es el principio activo que anima el cuerpo de todo ser vivo. En El Bhagavad Gita (primera parte del Segundo Capítulo), el Señor Krishna describe al alma como una partícula atómica anti material, una energía mucho más sutil que la energía material, conocida como Conciencia. Esta energía se difunde por todo el cuerpo y es la causa por la cual sentimos diversos dolores o placeres en cualquier parte del mismo. Aunque no podamos ver al alma, su presencia puede ser comprendida simplemente por la conciencia. La conciencia es el síntoma de la presencia del alma, un cuerpo material sin conciencia es un cuerpo muerto.

La naturaleza del alma es eterna-sat, sin nacimiento ni muerte, sin principio ni fin. No se la mata cuando se mata el cuerpo. Es inmutable, no sufre ningún cambio. Es plena de conoci-miento-chit, es conciencia y consciente, permanece como testigo durante todos los estados de la experiencia. Finalmente, es plena de bienaventuranza-ananda, permanece en estado de éxtasis. El alma se alimenta, desequilibra y sana por acción de mantras y oraciones.

El alma, aparentemente se identifica con cada uno de los koshas, como un actor que representa variados papeles pero que sigue siendo diferente de cada uno de los roles que parece asumir. Se trascienden todos los cuerpos anteriormente descritos y se experimenta la esencia del alma a través de la práctica del Bhakti Yoga Inbound y la aceptación de un maestro espiritual fidedigno.

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