Una vez vino alguien y me dijo que creía que no podía ser muy útil porque no tenía ningún talento particular. Le dije: "Considérate ser humano sin especialización". Hay personas que piensan que si no pueden ser de utilidad -si no saben escribir a máquina, no saben llevar la contabilidad, no saben cocinar, no saben escribir ni dar una charla, ni pintar, ni tocar un instrumento- es porque les pasa algo. Pero consideremos lo siguiente: ese ser humano aparentemente inútil es el producto de millones de años de evolución. Eres la meta, eres aquello por lo que todo ha sido. No tienes que justificar tu existencia siendo útil. Tú eres la justificación de tu propia existencia. No has llegado a la existencia tras todos esos millones de años de evolución para sentarte a una máquina de escribir o llevar la contabilidad. Eres la justificación de todo el proceso. Tú eres un objetivo en sí. Todo lo que se puede realmente decir sobre tu existencia es que estás aquí para convertirte en alguna forma de vida humana superior; llegar a ser un Bodhisattva, llegar a ser un Buda. Luego no te averguences de quedarte sentado sin hacer nada. Regodéate. Haz las cosas espontáneamente, a partir de un estado de satisfacción y logro interior. También es virtud ser ornamental, no sólo lo es ser útil.
Si tomas esto en serio, habrás de tener cuidado con quienes intenten influirte por medio de tus sentimientos de culpa. ¿Cómo vas a ser espontáneo si estás minado por la culpa? Así que no permitas que se metan contigo por medio del chantaje emocional. Si alguien empieza a decirte: ¡Mira lo que trabajo yo por el Dharma! ¿No te hace sentirte mal estar sentado sin hacer nada mientras yo hago todo? deberás responder: "No, me siento perfectamente. Disfruto de verte a ti hacerlo todo". Es importante no ceder ante semejante retorcimiento del brazo de tipo emocional. Es un comportamiento nada ético el apelar a las emociones negativas para conseguir que se hagan las cosas, en vez de despertar interés por el trabajo por la alegría de hacerlo. No se tomen ustedes las actividades budistas con demasiada gravedad. Y no estoy defendiendo la frivolidad irresponsable ni malgastar la energía en hilaridad inconsciente. Pero aun cuando estés haciendo lo mejor que puedas para tener éxito en lo que sea, recuerda que esencialmente estás jugando; y sobre un juego no se pierde el sueño, no vale la pena. Ser serio no quiere decir ser solemne, de igual modo que la práctica de la Puja en la sala de meditar no requiere de caras largas ni una "oscura luz religiosa"
No hay comentarios:
Publicar un comentario