Investigación explica porqué tocarse con la mano una lesión alivia el dolor agudo
Un estudio del Colegio Universitario de Londres en Reino Unido publicado en la revista 'Current Biology', revela que el tocarse con la mano una lesión alivia el dolor agudo y sugieren que esto se debe a un cambio en la representación cerebral del resto del organismo.
Según explica Patrick Haggard, responsable del estudio, "el dolor es una experiencia bastante importante pero también complicada y que puede causarse por diferentes vías. Mostramos que los niveles de dolor agudo dependen no sólo de señales enviadas al cerebro sino también de cómo el cerebro integra estas señales en una representación coherente del cuerpo como un todo".
Los investigadores realizaron el descubrimiento al estudiar los efectos de utilizar el propio contacto en personas a las que se provocaba dolor utilizando un método experimental conocido como ilusión de la parrilla térmica (IPT). Haggard explica que el IPT es uno de los métodos más utilizados para la percepción del dolor.
"En nuestra versión, los dedos índice y anular se sitúan en agua caliente y el dedo intermedio en agua fría. Esto genera una sensación paradójica en la que el dedo intermedio siente un calor muy doloroso". Esto es ideal porque permite a los científicos estudiar la experiencia del dolor sin causar en realidad ninguna lesión a aquellos que participan en los estudios.
Cuando se indujo la prueba en las dos manos de un individuo y después los tres dedos de una mano tocaban los mismos dedos de la otra mano justo después, el calor doloroso que sufría el dedo intermedio disminuyó en un 64 por ciento en comparación con una situación en la que no se producía este contacto.
Ese alivio no se producía cuando sólo se situaba una mano bajo las condiciones de la prueba. El contacto parcial en el que sólo uno o dos dedos presionaban los de la otra mano tampoco aliviaba el dolor, ni tampoco si la otra mano era la de un experimentador que hubiera pasado por la misma prueba.
Según explican los investigadores, el dolor por la prueba sólo se reducía cuando la información termosensorial y táctil de los tres dedos se integraba al completo. Es decir, la reducción de la sensación requería un patrón somatosensorial muy coherente, incluyendo la coherencia entre los patrones táctil y térmico y la coherencia de estímulos entre las dos manos.
Haggard señala que estudios anteriores del dolor crónico habían sugerido la importancia de la representación del cuerpo en la experiencia de dolor. Por ejemplo, el dolor fantasma que a menudo se siente en un miembro amputado parece reducirse con el tiempo a medida que el cerebro converge sobre una representación actualizada del organismo.
El investigador explica que estos nuevos descubrimientos amplían el importante papel de la representación del cuerpo para el dolor agudo y que podrían también conducir a una mejor comprensión de los mecanismos cerebrales que participan en el dolor crónico.
Los descubrimientos podrían llevarse a la práctica ya que los autores indican que el trabajo sugiere que las terapias dirigidas a fortalecer la representación multisensorial del cuerpo podrían ser eficaces para reducir el dolor.
Fuente: starMedia
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