Nota tomada de Integración Somática CIEC.
Cuando tocamos a alguien somos a la vez tocados.
En el trabajo de contacto manual, a través del tocar en diferentes ritmos, de colocar la atención en las distintas capas del cuerpo, de seguir las líneas de fuerza existentes en él y sugerir nuevas, y a través de cambios en la presión y la calidad del contacto, entramos en armonía con los tejidos y sus cualidades mentales asociadas.
Comenzamos con la presencia celular (respiración celular) y nos focalizamos en la resonancia y el diálogo entre el receptor y el facilitador.
Cada tejido se explora desde el correspondiente tejido del facilitador, es decir hueso desde hueso, órgano desde órgano, fluido desde fluido, etc. La iniciación de la intención, basada en lo que cada persona esta percibiendo, puede ser compartida conscientemente y/o inconscientemente por las dos personas.
Bonnie Bainbridge Cohen
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